LENIS MEJIA, JOSE DARWIN
Es difícil pensar en una época tan frenética como la actual, cuando la información fluye de la forma que lo hace, cuando la inmediatez gobierna cualquier agenda, y cuando la emocionalidad está a flor de piel, expuesta y a merced de lo que dicta la rapidez de los acontecimientos, trascendentales o no, verdaderos o falsos. Navegamos o, más bien, flotamos, como en estado de ingravidez, en medio de lo que ocurre en cualquier materia. Unos logran adaptarse mejor que otros, y algunos más simplemente no lo consiguen. ¿Cómo podemos mantener distancia y un pensamiento crítico frente a la avalancha de información, comunicaciones e inmediatez que recibimos a diario, y a partir de ahí, ser mejores seres humanos, empáticos, con capacidad de adaptación y sobre todo con discernimiento?