VIVES, CRISTINA
El espacio inevitable analiza y documenta el desarrollo de Alexandre Arrechea desde sus inicios en 1989, como parte de la utopía social de su generación en Cuba, hasta hoy, cuando trabajando en solitario ya sea desde La Habana, Madrid o Nueva York se dibuja como una fuerte personalidad en el entramado del arte internacional. El enjundioso ensayo de Cristina Vives y la entrevista guiada por Hans-Michael Herzog que acompañan esta publicación se apoyan en las propias reflexiones del artista y en los años de relación profesional y personal que los unen.
Alexandre Arrechea
Alexandre Arrechea (Trinidad, Cuba, 1970) ha recorrido desde el dibujo, el grabado, la escultura, instalaciones y vídeos un largo camino de investigación en busca de un espacio más extensivo para el arte, alcanzado en sus más recientes proyectos de arte público: Black Sun (Times Square, 2010), Nolimits (Park Avenue, 2013). Su nombre se nos presenta claramente identificado hoy en las listas del mainstream, pero su obra ha «entrado y salido» en la historia del arte cubano e internacional bajo disímiles identidades durante los últimos veinte años; primero como el dúo Alexandre Arrechea-Dagoberto Rodríguez (1989-1992), en ocasiones también camuflado bajo el heterónimo de Eugenia Proenza, o como trío MAD (1992), o el más conocido y mediático de Los Carpinteros (1992) del que fue miembro hasta el verano de 2003.