REJTMAN, MARTÍN / LEÓN, FEDERICO
¿Una clase de teatro o una teoría de la revolución? Entrenamiento elemental para actores es una obra pequeña, perfecta, casi imposible. El resultado de un encuentro impredecible entre dos directores mañosos, obsesivos. Casi un milagro surgido por encargo. Extirpada a las burocracias de un canal oficial, Entrenamiento emergió como pieza anticanon. Lúdica y a la vez extrañamente literal, no es solo una improbable clase de actuación en sesenta minutos para niños-actores sino una escuela de vida para todo su público. Convertida en objeto de adoración, años después la película se transforma en libro. CECILIA SOSA Un cineasta y un director de teatro se juntan para poner en escena el ritual, la lógica y la práctica de una enseñanza que encuentra su campo de operaciones en los actores, materia prima humana que el cine comparte con el teatro. Primera lección del experimento de Rejtman y León: los actores no son los destinatarios de la enseñanza; son sus objetos. El hecho de que sean chicos entre ocho y doce años no hace sino subrayar esa condición. Esa identificación entre discípulo y objeto es quizá una de las decisiones más osadas y problemáticas del film. Si la toleramos, si la aprobamos aun contra nuestros recelos de biempensantes, si llegamos a veces a aplaudirla, es porque estamos como magnetizados por el vértice que la hace posible: el personaje de Sergio, el profesor de teatro, la gran invención monstruosa de Entrenamiento ALAN PAULS