LACAN

Muy temprano, este hijo de familia católica, impregnado de los ideales de la Francia bien pensante, fue animado de un gran deseo de ascenso social e intelectual. Muy de prisa se sintió superior a sus maestros en psiquiatría. Lo era, en efecto, y pasó su vida criticando los valores antiguos, los de sus ancestros vinagreros, los de los testaferros de la legitimidad psicoanalítica.
En el corazón del libro, los personajes: los maestros, los amigos, los rivales, los discípulos, el círculo familiar. Alrededor de cada uno de ellos se explica la pasión de Lacan: dominar el tiempo, conocer a los grandes de este mundo, coleccionar los objetos, seducir a las mujeres, pero también y sobre todo, construir un sistema de pensamiento fundado en la determinación del sujeto por el lenguaje.
La historia retendrá, con Élisabeth Roudinesco, que es este hombre precisamente quien supo analizar con mayor refinamiento las transformaciones de la familia occidental, la declinación de la función paterna, las contradicciones del amor, las ilusiones de la Revolución, la lógica de la locura.

"La primera gran biografía del más célebre psicoanalista francés."
Le Nouvel Observateur

"Me parece que el psiquiatra necesita un psiquiatra."
Martin Heidegger

"Nadie lo comprende pero todos se sienten involucrados."
Michel Foucault

"En este libro desfilan Sartre, Beauvoir, Dalí, Picasso--- Más que una biografía, un fresco de la cultura moderna."
Jonathan Stearns

"El chamán del psicoanálisis, el gurú de los años setenta terminó su vida en el mutismo, coleccionando lingotes de oro, ávido de silencio y de dinero."
L’Événement du Jeudi

"El libro de Élisabeth Roudinesco está excelentemente logrado: claro y documentado, será leído con interés aun por aquellos que no comulgan con quienes veneran al maestro."
Luc Ferry, L’Express

"La historia de Jacques Lacan es la historia de una pasión francesa, balzaciana. Es la historia de la juventud de Louis Lambert, de la madurez de Horace Bianchon, de la vejez de Balthazar Claës. Pero es también la historia de un pensamiento que, después del de Freud, quiso arrancar al hombre del universo de la religión, de lo oculto y del sueño, a riesgo de poner en escena la impotencia permanente de la razón, de la luz y de la verdad para efectuar ese arrancamiento."
Élisabeth Roudinesco