VALENCIA, LEON / CELIS OSPINA, JUAN CARLOS
En los últimos 25 anos, cerca de 3000 sindicalistas colombianos han sido
asesinados, y más de 8000 han sufrido todo tipo de agresiones (intentos
de homicidio, secuestros, torturas, amenazas, desapariciones).
El sindicalismo asegura que la protesta laboral, y nada más, ha sido el
de-tonante de esta macabra persecución. El Estado, por su parte, lo
desmiente, y atribuye esta persecución a los vínculos de los sindicatos
con las guerrillas.
Ambas explicaciones son incompletas e irresponsables. Mas que la lucha
autónoma por la democracia, fue la acción política al lado de las
guerrillas la que desato contra los sindicalistas una respuesta violenta
atroz y desproporciona-da- de elites regionales, agentes del Estado y
fuerzas ilegales. Pero después, cuando gracias a las prerrogativas
concedidas por la Constitución del 91 el sindicalismo se desvinculo de
hecho e ideológicamente de las guerrillas, la victimización continuo, y
a veces se recrudeció. Así, el Estado se equivoca: primero, porque se puede comprobar que no toda la violencia contra los sindicalistas se explica por sus vínculos -sobre todo en un principio- con las guerrillas; segundo, y en esto hay que ser enfáticos, porque nada justifica esta violencia. Como se dice en la introducción de este libro, "buscar comprensión o justificación para los servidores públicos o los particulares que, acosados por las guerrillas, se dedicaron a ejercer justicia con su propia mano para destruir el entorno social y político de estas, equivale a la muerte del Estado de Derecho". Esta investigación pone al descubierto, en todo su dramatismo, la violencia que han sufrido los sindicalistas en Colombia, una violencia que, pese a su magnitud y al estatus político de algunos de sus responsables, transcurre en silencio, casi inadvertida.