DE STEFANO, VICTORIA
Afectado por una ruptura sentimental, un hombre maduro retorna a sus viejos predios familiares, muchos aテアos despuテゥs de haber alzado vuelo creyendo que nunca mテ。s se encontrarテュa allテュ de nuevo. Desde el porche de la casa observa el antiguo vecindario y, de la mano de su madre, va entretejiendo memorias y lo que ha sido el devenir de los numerosos rostros y ficciones de su pasado. La madre a su vez emprende un viaje a otro continente, pletテウrico de encuentros e historias, del que deja registro en un diario a travテゥs del cual el hijo recrearテ。 una vertiginosa sucesiテウn de seres, presentes y pretテゥritos, prテウximos o universales, que van y vienen en una vorテ。gine sin tregua.
ツォVamos, venimos, pasamos. Todo comienza, nada acabaツサ, dice uno de los personajes de este gran fresco con el que Victoria de Stefano se asoma al vテゥrtigo del mundo concebido como flujo, como principio desordenado que difuma en la conciencia la frontera entre lo vivido y lo soテアado. Un caleidoscopio de vidas, tan distintas como alejadas en el tiempo y la distancia y que, no obstante, en muchas formas parecieran ser la misma y una sola; partテュculas de una existencia cテウsmica en el nunca descifrado sentido del universo.