BERTRAND, ALOYSIUS
GASPAR DE LA NOCHE,
UN LIBRO ESCRITO POR EL DIABLO
Por Juan Manuel Roca
Louis Jacques Napoleón Bertrand, más conocido como
Aloysius Bertrand, aunque lo de conocido se reduzca muchas veces a un puñado de lectores con visos de secta en el mundo, por mucho tiempo fue considerado a las luces de ese siglo de iluminados en el que naciera (1807), únicamente y a regañadientes como un romántico menor. Tendría que transcurrir mucho tiempo para que saliera de los sótanos de la memoria y para ser reconocido como un renovador
de la poesía, nada menos que como el avisado inspirador del poema en prosa, esa yunta entre el cantar y el contar que tanto ha acompañado precisamente a poetas y narradores que han
bebido en su fuente. A la hora de rastrear ese lenguaje anfibio que migra de un género a otro y los hermana, no poner como epicentro su figura, sería como hablar de hijos que nacieron sin padre, como árboles que no fueron semilla. Hubo que esperar a que la historia se pusiera al día con este adelantado y que fueran precisamente los poetas los que lo hicieran salir del socavón del olvido. El suyo es un caso análogo
al de Lautremont, tanto por su enigmática biografía como por ser el creador de una obra que a lo mejor -sin intuirlo-, se haría contemporánea del futuro.
Saludado a duras penas por un círculo romántico de
coetáneos que sólo le celebraron sus iniciales poemas
convencionales y frívolos, en verdad tenía su as en la manga, una carta del tarot con cara de diablo: el Gaspard de la Nuit. El libro lo dio a impresión -según dicen logró que un editor se lo comprara en 1836- pero solamente salió publicado en 1842, tras un año de su fallecimiento en un hospital de asistencia pública en París.
Juan Manuel Roca