LAUTRÉAMONT
Absolutamente ignorado por la crítica, pero cuya presencia saludarían a la vez, cincuenta años más tarde, los escritores iconoclastas y los guardianes del idioma, Los Cantos de Maldoror se publican en la Francia que está a punto de sufrir una devastadora guerra, a la que seguiría la insurrección de la Comuna. Quizá por este motivo Los Cantos de Maldoror es un libro de violencia y desorden: libro premonitorio de grandes convulsiones escrito por quien atisbó, aterrado, la sociedad del futuro. Es también el libro de ofensas de un rebelde y a la vez un canto a la belleza porque la fealdad, cuando es elogiada, reemplaza a su reverso: la dualidad forma parte del universo ducasiano, de la falsa gloria del mundo desenmascarada con audacia.