LONDOÑO, JAIME
Estos relatos hablan de la mujer conservadora, la normativa, la del statu quo, por tanto, ejerce control, sin asomo de insumisa. También es la pesadumbre
de lo citadinos, el duro estar de la costumbre, las sombras de un mundo underground a través de paredes húmedas, descascaradas que reflejan pinturas vanguardistas. Todo esto para mostrarnos un país conservador que tiraniza a través de los estereotipos.
Jaime Londoño en sus libros de poemas crea instancias metafísicas, donde no ronda lo cotidiano. La prosa de Jaime Londoño nos atrapa en pequeños espacios y se vuelven estampas al estilo Elías Canetti en su libro El testigo oidor. Otra de las facetas del nobel, ser un gran retratista que sabe atrapar o condesar mediante los caracteres humanos, las máscaras del hombre
contemporáneo o los arquetipos que deja la condición humana. El poeta Jaime Londoño nos sumerge en las obligaciones cotidianas, error que subyace en los personajes de los textos como queriéndonos decir con el poeta Robert Desnos: La reproducción es lo propio de la especie, pero el amor es lo propio del individuo. Las creaturas que habitan estos relatos parecieran rendirle ofrenda a San Arcadio mártir.
Celedonio Orjuela Duarte